Combustible de naranjas
Tags: bioetanol, combustible, ecología, medio ambiente
Y es que sirve para todo. Como fruta de mesa, zumo, postres, batidos, combinados, fuente de vitaminas, perfumes, adornos… y también como combustible.
Así es, de la corteza y pulpa de la naranja —más concretamente a partir de la fermentación de sus azúcares— se puede obtener bioetanol, un combustible de alto poder energético con características muy parecidas a las de la gasolina, pero más respetuoso con el medio ambiente.
En 1992 un investigador de Florida, Karen Gorhmann, intuyó este uso para este polivalente cítrico. Y 12 años después, el trabajo del Servicio de Investigación Agrícola de Florida ha permitido crear una planta que produce en la actualidad 190.000 litros de bioetanol anuales.
Las fábricas de zumo sitas en la Comunidad Valenciana producen unas 500.000 toneladas de residuos cítricos, ahora destinados a la alimentación animal. De acuerdo con las experiencias realizadas en California, el Gobierno valenciano calcula que estos desechos podrían generar 37.500.000 litros de bioetanol, que suministrarían mezcla de combustible para 550.000 vehículos sin necesidad de modificar el motor. Es decir, se podrían producir entre 75 y 80 litros de bioetanol por tonelada de residuos cítricos.
Se trata de una nueva oportunidad industrial compatible con la ecología, que permite una transición energética hacia unas posiciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, ya que la combustión de bioetanol produce el mismo C02 que absorbió la planta en su crecimiento, con un equilibrio entre emisiones y la captura de este gas.