Ambientador de naranja natural
¿Un ambientador barato? ¿y casero? ¿y con un suave aroma a naranja?… Eso está hecho.
Para conseguir un ambientador de estas características solamente hay que proceder como hacían antiguamente, antes de la popularización de los ambientadores en spray, aprovechando las mondaduras de las naranjas.
Dejamos secar las mondaduras de las naranjas al aire libre durante unos días. Cuando estén completamente secas —como las de la imagen— ya estarán listas para su utilización.
Para obtener ese delicado aroma a naranja ponemos unas cuantas mondaduras en un plato de aluminio (o de loza), añadimos un puñado de azúcar y un chorro de alcohol. Luego lo prendemos como si de un flambeado se tratara.
Al arder, el alcohol carameliza el azúcar y extrae los aromas de la cáscara del fruto, proporcionando un agradable y suave perfume a naranja.
Cuando el alcohol se consume, lógicamente, la llama se apaga. Pero el aroma perdura por un tiempo. Cuando ya haya desaparecido no queda más que añadir más alcohol y prender la llama. O bien sustituir las mondaduras y repetir el proceso.