Naranjas

Sal de mesa de naranja

Sal de mesa de naranja

Con casi total seguridad podemos decir que la sal es el condimento más antiguo usado por el hombre. Se trata de una “piedra comestible de cloruro sódico” de la que, a través de un proceso de evaporación, se obtiene la sal marina o sal de mesa.

La sal estimula el querer ingerir alimentos y despierta el apetito. Somos capaces de detectar el gusto salado gracias a que nuestra lengua posee unos receptores específicos para ello.

Y aunque normalmente ponemos sobre la mesa la típica sal marina blanca sin más sabor que su gusto “salado”, existen en el mercado variedades sorprendentes de sal a las que se le añaden diferentes especias de manera que sean ideales para sazonar pescados, carnes, pastas, etc.

Pero en esta ocasión os proponemos que vosotros mismos en casa, hagáis vuestra propia sal marina de naranja. De esta manera podemos añadir la pizca de sal que queramos a cualquier tipo de plato y a la vez darle un toque aromático de naranja que añade por supuesto, la multitud de propiedades beneficiosas que la naranja nos brinda.

Para hacer nuestra propia sal de mesa de naranja necesitaremos:
- la ralladura de la piel de al menos un par de naranjas.
- Medio kilo de sal marina o sal gorda. Esto dependerá de para qué quieras usarla. Podrías tener una sal de naranja para colocar en el salero de mesa y otra hecha con sal gorda para sazonar la carne a la parrilla por ejemplo.
- 1 limón (zumo).
- Papel vegetal para horno.

Para conseguir la sal que deseamos, necesitamos hornear la mezcla, por lo que debemos precalentar en primer lugar el horno a unos 95 ºC.

Empezaremos por mezclar bien en un bol, la sal con la ralladura de las naranjas y le vertemos el zumo del limón. Cuando veamos que la sal ha absorbido por completo el zumo del limón, nuestra mezcla estará lista para ir al horno.

Debes colocar sobre la bandeja del horno el papel vegetal y sobre él, verter la mezcla de manera uniforme.

La cocción será lenta y a temperatura constante durante aproximadamente 2 horas.
Durante este tiempo, iremos removiendo de vez en cuando la mezcla para que se seque de forma uniforme.

Una vez haya pasado este tiempo, deja enfriar la sal y procede a guardarla en un frasco de cierre hermético.

Foto | HazteUnGintonic