¿Cómo elegir y conservar las naranjas?
Las naranjas ya están en su mejor momento, en el punto justo de maduración y riquísimas para consumir.
Es curioso que con los primeros fríos sea cuando maduren los frutos cítricos, puede ser por eso que sean frutas tan especiales que tienen ese inconfundible sabor entre dulce y ácido propio de este clima que va dejando atrás las cálidas temperaturas y se va adentrando en el frío más intenso. Por algo la ciudad de Valencia es la cuna de las naranjas, su clima nos regala noches templadas y días más cálidos ideales para la maduración correcta y equilibrada de este tipo de fruta.
Aunque como cítricos tenemos al limón, el pomelo, la naranja y la mandarina, sin duda alguna, estas dos últimas no faltan en ninguna cocina, sobre todo por el sabor más “amable” que el del limón o el pomelo. Un rico desayuno con zumo de naranja natural y un par de mandarinas para el almuerzo de los niños en el cole, es algo muy habitual en nuestros hogares cuando nos acercamos al invierno.
“Mamá naturaleza” es sabia y nos ha provisto de lo necesario en cada tiempo para estar sanos, saludables y poder hacer frente a la climatología con unas jugosas naranjas repletas de vitamina C que nos servirán de escudo contra las consecuencias del frío.
Pero, ¿cómo comprar las naranjas y cómo conservarlas siempre frescas en casa?.
Debemos recordar que las naranjas no siguen madurando una vez recolectadas puesto que este proceso sólo lo realiza en el árbol. Por eso es tan importante la elección del momento en el que se van a recolectar.
Una vez que las vemos ya en el supermercado, lo ideal es comprar naranjas que posean la piel suave y firme, que no presenten golpes ni arañazos y poner en nuestra cesta las que tengan mayor peso ya que esto nos indica que están más llenas de zumo. No te guíes sólo por la vista en cuanto a lo bonito del color, por presentar un tono naranja más intenso, no quiere decir que la pieza de fruta sea de mayor calidad.
Para conservarlas como recién recolectadas, puedes dejarlas a temperatura ambiente sólo un par de días si piensas consumirlas pronto; de lo contrario, necesitan el frío de la nevera para que se deterioren y disfrutarás de unas naranjas frescas por más tiempo.