La Naranja de Valencia

Infusión de Mate y naranja ¡menuda combinación más rica en propiedades saludables para nuestro organismo!.

Pero antes de nada, tendremos que explicar qué es el mate o la yerba mate. Y sí, para todos aquellos que han dicho: “¡qué mal escrita la palabra hierba!”, decirles que no tiene nada que ver la yerba mate, con la hierba que crece en el campo, digamos que este es el primer aspecto diferenciador de esta planta que crece a orillas del río Paraná y Uruguay en el cono sur del continente americano.

La yerba mate comparte con la naranja muchas propiedades por eso se combinan muy bien y juntas potencian esos beneficios en nuestro cuerpo. El mate es antioxidante, adelgazante -puesto que acelera el metabolismo-, digestivo, ayuda al tránsito intestinal, aumenta la cantidad de colesterol bueno y por tanto nos ayuda a mantener en forma nuestro corazón y muchas propiedades más que posee gracias a la cantidad de nutrientes que contiene. Así que por esto lo recomendamos, toma una infusión de mate con naranja en el desayuno para que te puedas mantener joven, con una piel tersa y nutrida y te sientas con energía y vitalidad para afrontar todo el día.

Son los argentinos, los uruguayos, paraguayos y brasileños los más expertos en cebar mate. “Cebar” como se denomina al acto de servir unos mates, a disfrutarlos son los amigos. Porque el mate, es mucho más que una infusión, es una forma de comunicarse, de compartir y de convivir. Ahora bien, no todo el mundo comparte el mismo código cultural, y aunque seguramente no hay como tomar unos mates en el propio Buenos Aires, eso no quita para que el resto del planeta pueda beneficiarse de esta infusión sin tanta “profundidad”. Seguramente, para que me entendáis mejor, esto es como tomar un té entre unas amigas en Londres o en el salón de tu casa en España con la vecina… se parece muchísimo pero no tiene el mismo significado…

La yerba mate es una planta de acebo cuyas hojas se recolectan y se dejan secar para triturarse más tarde. Se vende en paquetes de distintos tamaños (500 grs., 1 Kg.,…) y también en saquitos como se hace con el té. El aspecto de la yerba en el paquete, es de pequeños trocitos de la hoja que incluso dejan polvillo, con trozos de palo, todo de color verde oscuro-terroso. Por esto, la yerba mate se suele consumir de dos maneras. La más tradicional en sus países de origen, es introducir la yerba en un recipiente llamado mate con una bombilla (una especie de pajita de metal con una boquilla curva y un final abombado con agujeritos tipo colador) al que se le va añadiendo agua a unos 80 grados centígrados (es decir, no hirviendo) y se va pasando a cada persona del grupo. Cada uno toma hasta el final su mate, sorbiendo por la bombilla hasta que se termina el agua echada, de manera que el mate vuelve al cebador, que añade nuevamente agua y se lo pasa a la siguiente persona.

Sí hay que decir, que la Yerba Mate hasta hace muy pocos años, era una gran desconocida para la mayoría de las personas fuera de Suramérica, aunque siempre ha estado presente en los herbolarios de medio mundo. Su sabor es fuerte y un tanto amargo, de ahí que “los menos puristas” lo tomen con azúcar, edulcorante o miel y le añadan cáscara de naranja e incluso algo de zumo de naranja y también algunos granos de café.

Otra forma de consumirlo, para mí la más práctica, es comprándolo en saquitos y usándolo como cualquier bolsita de té común a la que le podemos añadir en nuestra taza, un trozo de cáscara de naranja, o adquiriendo un paquete de yerba mate. En este caso, ponemos en un cazo a calentar un poco de agua y sin que llegue a hervir, le añadimos unas cucharadas de la yerba y dejamos reposar. Luego lo colamos y lo servimos en nuestra taza y le añadimos azúcar, la naranja, etc. A esto se le llama tomar “mate cocido” y también se suele hacer con leche.

Habría mucho más que contar y que matizar de cada uno de los aspectos que rodean al mate, pero hemos querido acercaros un poquito a esta infusión tan fascinante y llena de propiedades para la salud. Animaros a probarla.